Tras el parón gripal y haber vuelto a correr el jueves, ayer descansé. Tenía previsto levantarme esta mañana a las 7 para salir a trotar pero era todo agujetas, así que decidi no salir y dejarlo para el domingo. Mientras desayunaba pensaba que las agujetas eran una excusa, lo que hizo decidirme a cambiar de opinión es el ver las predicciones del tiempo para el domingo, mucha lluvia.
Sin pensarlo mucho me calcé mis zapas y a correr, y al final de pensar que no tenía cuerpo para salir a correr acabé con una excelente tirada con un poquito de lluvia incluída.
La moraleja es que de primera hora si te toca entrenar no hay que escuchar al diablillo que te va dando excusas válidas para no salir a correr.
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